En un mundo globalizado económica, cultural, y hasta socialmente, el comercio internacional, o lo que es lo mismo: el intercambio comercial entre países, es la sangre que da vida a los países, y por ende a las empresas. En un contexto tradicional, cuando poseemos productos o mercancías que deseamos vender, lo que hacemos es que las transportamos a un mercado y llevamos a cabo acciones de promoción.

Dadas ciertas condiciones económicas y sociales, la globalización fuerza, quiéralo o no,  a no limitarnos a ese único mercado en el que acostumbramos comercializar dichos productos, y que se encuentra muy cerca de nuestro centro de producción. Por una cuestión de sobrevivencia debemos pensar necesariamente en vender fuera de nuestras fronteras. Si no, correremos entonces el riesgo de sucumbir ante otros que sí lo harán, y que logrando economías de escala, puedan hacernos salir del mercado local. Bueno, este es uno solo de tantos riesgos involucrados.

Podemos comparar el Internet con un tren, o un puente, que le permite a cualquier persona o empresa comercializar en el mayor mercado que existe: el mundo entero. Es decir, ya no tenemos que limitarnos a un mercado pequeño y con escaso nivel poblacional, localizado en la zona o país, sino que podemos tener acceso a un mercado más distante pero que ofrece mucho más potencial. El Internet no es una moda, sino la diferencia entre existir o dejar de existir. Las empresas que se dedican a defenderse de las amenazas y a repeler lo nuevo están llamadas a fracasar. Estar en internet no es solamente tener una web, es mucho más que eso. Es necesario utilizar el internet de manera estratégica, mediante una web optimizada y de forma constante.

A través de internet la generación de negocios es ilimitada. El éxito en los negocios está en la mayor cantidad de ventas que se logre. Cuanto mayor el mercado, más posibilidades de éxito tendremos. Debemos aspirar a vender en el mayor mercado: el mundo. En nuestros días no sólo la tecnología de la información ha avanzado tremendamente, sino también la logística que hay detrás del intercambio comercial. El comercio electrónico está respaldado por operaciones logísticas que permiten que cualquier tipo, tamaño y cantidad de productos puedan llegar a su destino.

Empresas minoristas como Amazon, ebay, y muchas otras, supieron aprovechar al máximo y desde un principio las bondades del internet, y crear un comercio electrónico que ha  generado billones de dólares, y que va en aumento. En ApproachIn creemos que lo mismo puede pasar con el comercio mayorista, el de grandes volúmenes: exportación e importación.

En resumen, salir al exterior es la única vía para sobrevivir como empresa, pero hay que ir preparado. Gracias a Dios, y también a muchos frikis, podemos contar con una herramienta como lo es internet, la cual, usada estratégicamente, y contando con una buena logística de soporte, constituyen dos factores claves que pueden garantizar el éxito a cualquier exportador hoy en día. Saber posicionarse a nivel global y poder colocar eficazmente el producto en las manos del comprador, es lo que el exportador tiene que lograr. La buena noticia es que la cosa acaba de comenzar. Lo que nos traerá el internet no es nada comparado con lo que hemos visto hasta ahora. Todavía usted está a tiempo. La mala noticia es que cada vez las cosas suceden más rápido. Si no está preparado para mantenerse en la cresta de la ola, otros lo harán por usted.

Precisamente en este tenor, y con miras a enseñar a empresas y a particulares a utilizar las herramientas que ofrece el internet para exportar cualquier tipo de mercancía, vamos a celebrar el Primer Taller 2.0 EXPORT-@, el cual tendrá lugar el martes 23 de agosto en el Hotel Dominican Fiesta. Para mayor información, favor visitar la web www.approachin.com.

El mundo espera por usted! Y lo interesante es que tiene las puertas completamente abiertas. A qué espera? Súbase ya en el tren.

Por: Ildefonso Güémez Mercado. www.approachin.com